La FMA desarrolla en Puebla (México), un proyecto llamado “Escuela- Hogar”, es un recurso destinado a erradicar la pobreza y la exclusión social de las niñas en situación de calle, dándoles la posibilidad cambiar su futuro, dotándolas de las herramientas necesarias para afrontar su vida como mujeres formadas, empoderadas y con recursos económicos propios, sin necesidad de depender de un hombre.
La FMA les ofrece atención integral; alojamiento, manutención y formación, para ello ponen a su disposición un equipo de profesionales que realizan el acompañamiento y la formación, compuesto por Hermanas Trinitarias y personal contratado.
Las residentes de esta Escuela-Hogar participaron desde el mes de marzo de 2021, en el “Concurso de huertos familiares como espacio de resiliencia en tiempo de Pandemia”, convocado por la Universidad Iberoamericana.
Gracias a esta actividad se han promovido muchos de los objetivos de Cooperación internacional de la FMA:
Terapéutico: Recuperación de la autoestima, autopromoción, protagonismo, realidad y superación
Autocuidado a través de la sana alimentación
Autonomía- economía doméstica
Desarrollo de Ocio sano y hobbies
Ejercicio físico para liberar ansiedad
Mejora de las relaciones sociales, trabajar en el huerto, en un espacio abierto, propicia entre las jóvenes, la comunicación y el intercambio de experiencias personales
Inserción laboral al recibir una formación específica
A cada chica se le asignó tareas de colaboración para el trabajo y el cultivo.
Como resultado de este esfuerzo e iniciativa, obtuvieron el 2º premio en la categoría de principiantes. Esto las motivó aun más a trabajar en equipo y a recoger la experiencia en el trabajo del campo y el contacto con la tierra. Además, de fomentar el cuidado y responsabilidad por la naturaleza, la vida, y la ecología. Así como despertar en ellas la sensibilidad por ver crecer los cultivos, y la paciencia de los procesos de crecimiento y de la cosecha.
Fue muy emotivo que durante el tiempo de labrar la tierra, las chicas expresaban la paz y tranquilidad que les transmitía estar en contacto con la Madre Tierra, para algunas de ellas fue un espacio donde encontraron serenidad, pertenencia y respeto a la tierra, además de buscar en diferentes momentos del día acercarse al huer-to para observar como las plantas iban creciendo día a día.
Expresaban también que ver el cultivo y todo lo que implica, se parece a sus propios procesos… alguna expresó, que crecer duele, pero por ver los resultados, vale la pena vivir la espera y luego disfrutar de los frutos. También otras expresaron que les hacía mucho bien el contacto con la tierra, pues sacaban todo lo que les hacía daño…
El premio fue una cesta con productos orgánicos. Las religiosas coordinaron este sencillo Proyecto, recibiendo Diploma de participación, otorgado por la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue un orgullo participar y dar a conocer la FMA en la comunidad Universitaria.
Para seguir promoviendo estas estos proyectos y seguir sumando resilientes, necesitamos recursos económicos.
Puedes donar en www.fundacionmarianaallsopp.com y también, desde tu móvil, de una manera rápida y segura, sólo tienes que introducir el código BIZUM: 03028.
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