Como todos los veranos, la Mini-residencia de Vigo realiza una salida de fin de curso con el objetivo de premiar a los menores por el esfuerzo realizado en el año escolar.
Estas salidas nos sirven para fomentar la cohesión y participación grupal, además de ofrecer alternativas de ocio saludable y adecuado al proceso evolutivo de los/las adolescentes.
En esta ocasión, cruzamos la ría de Vigo, ¡en barco!, para dirigirnos a un pueblo denominado Cangas.
A la llegada a Cangas, nuestro destino es el mirador situado en lo alto del Monte de San Roque, en la subida a Arbo, al pie de una capilla. Los menores subieron con ganas, en la cima les esperaba la sombra de una arboleda, una vistas espectaculares y una comida reconfortante, como siempre se creó un ambiente distendido de risas y conversaciones dinámicas entre educadoras y chavales.
Y por la tarde... ¡Piscina en un Hotel! Qué ilusión les hizo acoplarse cada uno/a en su hamaca, menos un menor emocionado, que se lanzó a la piscina nada más llegar.
Disfrutaron del sol en las hamacas, de chapuzones en la piscina, de refrescos, de las fotos de postureo… todo un lujo para nuestros/as chavales/as.
Para el equipo educativo es un placer poder compartir con los menores y adolescentes estos momentos tan gratificantes para ellos y ellas.
Sin duda repetiremos esta actividad porque se lo merecen, seguimos sumando resilientes.
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